Cronicas de una mujer con transtorno de ansiedad

INTRODUCCION:

Fue en el mes de septiembre. Cuando toda persona supone que es el mes del renacimiento, del amor, de las flores, de los colores, de maripositas en la panza…yo me encontraba cual ficus, tirada en el sofá, mirando los comportamientos habituales de las Morsas en Animal Planet y tratando de entender por qué los machos tienen el beneficio de medir 4 metros y las hembras el único beneficio que tienen es el de estar preñadas 15 meses, por ende, engordar 500 kilos!, parir una sola cría y hacerse cargo de la misma hasta los 2 años! Cual es la parte que nos beneficia???? Cuando me hice esa pregunta entendí que me estaba incluyendo en el grupo de estos mamíferos y eso indicaba que mi cerebro no estaba funcionando adecuadamente. La noche anterior había tenido una charla “casual” con Carlos, o mejor dicho “casualmente inducida por mi persona hacia el lugar adonde quería llegar y luego de escuchar la respuesta, ahorcarme aunque sea con cinta papel”. Era el encuentro número 10, para ese entonces yo había pasado de sentir maripositas en la panza a sentir una bandada de colibríes! Habíamos pasado por todas las situaciones correspondientes a “conocerse”, ya nos habíamos besado en la primera cita, encamado en la tercera y dormimos cucharita en la quinta, cosa que para cualquier mujer implica compromiso así fuera con tu cuerpo. Para ese entonces Carlos había dado mucho de su parte, siempre me invitaba a su casa, compraba la bebida que tomábamos, me presentaba a sus amigos y luego nos retirábamos a su habitación para que no nos molesten decía…yo, por otro lado, también daba algo de mi, le había regalado la colección entera de películas de Woody Allen porque sabia que le gustaba, compraba entradas para el teatro, cine y recitales, en la tercera cita le regalé una remerita que me había gustado mucho y en la quinta cita le compré un labrador porque sabia que adoraba las mascotas. A partir de la sexta cita comenzamos a vernos con menor frecuencia, trabajaba mucho, casi nunca tenia crédito, por ende yo lo llamaba día de por medio para organizar nuestros encuentros, a lo que casi siempre respondía “no”, pero yo entendía que su trabajo le demandaba demasiado tiempo.

En la cita numero 10, luego de llegar a su casa, tomar media botella de cerveza y pasar directamente a la habitación para no perder tiempo, se me ocurre invitarlo a cenar con mis padres, cosa que no fue bien recibida por Carlos ya que abrió los ojos como 2 huevos, se sentó en la cama y sin mirarme a los ojos (cosa que interpreto como que me esta ocultando lo que realmente siente) me dice: Mira Eli, yo la paso muy bien con vos, sos una mina copada, me haces reir, me gustan tus piernas…(aha…pienso) pero no nos apuremos, dejemos que fluya…y ahora tengo que ponerme a hacer unas cosas del trabajo asíque no te jode si te pido que duermas en tu casa no? Por supuesto yo, como toda mujer que tiene un mínimo de coherencia, me dispuse a vestirme, le dije “Todo bien” puse una sonrisa y salí, a lo que responde: “yo te escribo en estos días si?”

Apenas crucé la puerta del edificio exploté en un mar de lágrimas, no podía parar de llorar, no podía ver de tantas lágrimas y no tenia monedas ni para el colectivo, asíque me camine las 30 cuadras hasta mi casa al estilo Andrea del Boca llorando desconsoladamente.

15 días después sucedió lo siguiente…

DIA 1

8:00 AM: Sonó  el despertador dos horas antes del horario en que debía salir camino a mi trabajo, abrí los ojos, mire el techo y mi primer pensamiento matutino fue “HOY ME VA A LLAMAR”.

Camine hacia el baño, hice mis necesidades correspondientes a evacuar los 2 chopp y las dos salchichas “alemanas” que había ingerido la noche anterior. Me lave los dientes, moje mi cara, puse el café en el microondas y prendí la pc.

8:20 AM: Café en mano, abrí el msn como “no conectada”, leí los 40 mensajes del tagged, los 35 mensajes del Facebook, los 82 mensajes de computrabajo y me dispuse a jugar al Mario BROS versión Nintendo 92. Como perdí y me dio bronca, prendí la tele y puse crónica para ver la terrible noticia de la “Abuela a la que asaltaron y se comieron la pastafrola que había preparado”

9:20 AM: Se conecta!!!!! (Lo veo porque mientras miraba la tele estaba con la computadora adosada a mis brazos cual almohada).

Aguante 5 minutos que es lo que corresponde antes de atacar a la presa y zas! Holaaaaaa…como estas?? A lo que él responde: “todo bien y vos” y yo, muy tenaz (?) le digo “me estoy yendo, te dejo besitos”, “OK besos a vos también” responde.

10:00 AM: Salgo a tomar el colectivo, auriculares puestos, sonando Axe brasilero, mas precisamente “onda onda, buena onda”, con cara de felicidad por la reciente charla con “él”.

12:00 AM: Break en el trabajo, me fumo un puchito, y pienso…”me podría haber dicho otra cosa además de saludarme no?”, algo como “Cuando nos vemos?” o “te llamo mas tarde para arreglar”, o “te gustaría ir al cine??”, o “al teatro”???, o “Tomar un helado???!”, o “comer un pancho????!!” o “tomar un te con sconnes”???!!!, o “te extrañooooooooooooo!!!!!!”, o “Pienso en vos!!!”, o “extraño tus tetas!!!!!” o “Golpearte las nalgas!!!!” nose, ALGO MAS!!!!!!!!! Y ahí automáticamente, siento que empiezo a sudar frío, que mis ojos se ponen como dos huevos duros, que me tiembla la voz, que no me puedo concentrar en cuanto cambio tengo que darle a la clienta que compro una bombacha amarillo patito a $2 y me dio $5!! Y encima acaba de salirme un forúnculo en la axila izquierda! En ese preciso instante es cuando me doy cuenta que comienza la cuenta regresiva hacia el colapso!

18:00 PM: Vuelvo con cara de nada en el 60 ramal 8,  me bajo en la parada, me doy cuenta que me baje 14 cuadras antes, me duele la axila, fumo mil cigarrillos mientras camino las 14 cuadras que luego se hacen 18 cuando se me revienta el forúnculo y tengo que ir a la farmacia a comprar gasa. Llego a casa,  prendo la pc nuevamente y ahí esta! y pienso “ya me habla”….y nada…entonces digo, “estará ocupado?”…

22:00 PM: “seguirá ocupado??”…sigo pensado…

23:45 PM: Abro los ojos y veo una letra… claro, me dormí con la cara pegada al teclado. Miro rápidamente la pantalla de la computadora que esta toda azul, muevo como una loca desenfrenada el Mouse y ahí…como si nada, desapareció!, no me escribió nada! Nada de nada! Nada de nada de nada, con N mayúscula! Pienso: “se fue y apago su computadora sin siquiera saludarme el muy trastornado!!! Entonces me agarro de los pelos, lloro desenfrenadamente, voy al baño, me cambio la gasa y lloro, lloro mientras orino, lloro mientras me lavo los dientes, lloro mientras me veo al espejo llorando, lloro mientras me pongo el pijama, lloro mientras vuelvo a la computadora para apagarla, me quedo 15 minutos mas llorando frente al monitor por las dudas se le haya caído la conexión y sea el motivo de su “desconexión”, apago el monitor, sigo llorando, voy a acostarme, sigo llorando, abro el cajón de la mesita de luz, me tomo un alplax, lloro, me prendo un pucho, lloro, me juro no volver a verlo nunca mas y lloro, se me cierran los ojos y lloro, veo un duende que me habla y ríe y ya no lloro tanto…el duende me mira feliz, hay mariposas en la habitación….todo es de color verde…aparezco bajo el mar como la sirenita, nado entre los pescaditos…Creo que algo no esta bien. Tiro la caja de alplax.