miércoles, 24 de noviembre de 2010

Manifiesto del organo independiente

Hoy desperté haciéndome esta pregunta: “En cuantas partes posibles puede quebrarse un corazón?” Es decir, cuantas veces en la vida de una persona es posible que el corazón sufra quebraduras, rajaduras o heridas, sin reventar de golpe y explotar en mil pedacitos rojitos y desparramarse por todo el cuerpo humano?  Es posible que eso suceda? O simplemente el corazón deja de funcionar cuando se le da la gana? Y lo digo de esta manera, pensando en que este músculo gordito, colorado y baboso, generalmente se cree independiente, autosuficiente, a veces déspota y hasta parece tener un enfrentamiento constante con la razón por el puro placer de ser contradictorio, es decir, la razón trata de evitar seguir la ruta que desemboca en el precipicio y el corazón, a propósito para contradecir a la razón, sigue derecho sabiendo que va a caer en el vacío, por el simple hecho de hacer lo que se le da la gana!
Entonces pienso, es un músculo inteligente que sabe y controla su poder de resistencia y por eso hace lo que quiere? O es un pelotudo adolescente tratando de probar a sus padres que puede hacer de todo y arriesgarse a sufrir las peores heridas por el simple hecho de probar?
La verdad no lo se, por eso me pregunto, pero lo que si esta claro es que de una forma u otra, termina haciendo lo que quiere y de a poquito sus paredes se van agrietando como sucede en los terremotos que dejan los suelos abiertos y nunca mas vuelven a ser lo que eran…así sucede con el corazón, esas grietas no tienen reparo ya, las heridas se cierran un poco, se emparchan, se cubren de capas pero nunca mas vuelven a ser lo que eran.
Entonces también me pregunto, si alguien me rompe el corazón…la culpa de quien es? De esa persona o de mi propio corazón idiota que adora inmiscuirse en lugares donde sabe que el peligro esta latente? Creo que la respuesta debería ser de un análisis muy profundo que no cabe en este simple escrito surgido por el dolor de una herida más. Pero lo que si se, es que la culpa siempre esta buena echársela al otro, porque es la mejor manera de lamer nuestras heridas profundas y no hacernos cargo de que nosotros mismos las pudimos haber provocado.   

2 comentarios:

  1. Nada de culpas.
    El corazón es ingobernable a la hora del amor.
    Y se te rompera tantas veces como feliz sea.
    Es la ley del equilibrio.
    Mientras, ponte una linda sonrisa y a disfrutar de este lindo juego que es la vida.

    Un beso.

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  2. NADA DE CULPAS NI CULPABLES!! así, con mayúsculas ... de igual modo se agranda a punto de reventar cuando está a puro placer y gozando disfrutando muuuucho más porque sabe lo que es estar lastimado.

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